Orner lee en el sótano de su edificio, lee mientras cuida a su hija en una plaza, lee en hospitales y en una selva tomada por la revuelta sandinista, lee durante su divorcio, lee a través de la distancia y la pérdida, lee para sentirse acompañado durante la enfermedad y la muerte de su padre.
En un diálogo que va desde J. D. Salinger y Virginia Woolf hasta Isaac Babel, Juan Rulfo y Eudora Welty, Orner escribe sobre los autores que lo ayudan a recorrer su duelo y a entender el lugar de la ficción en nuestras vidas.
Orner lee en el sótano de su edificio, lee mientras cuida a su hija en una plaza, lee en hospitales y en una selva tomada por la revuelta sandinista, lee durante su divorcio, lee a través de la distancia y la pérdida, lee para sentirse acompañado durante la enfermedad y la muerte de su padre.
En un diálogo que va desde J. D. Salinger y Virginia Woolf hasta Isaac Babel, Juan Rulfo y Eudora Welty, Orner escribe sobre los autores que lo ayudan a recorrer su duelo y a entender el lugar de la ficción en nuestras vidas.